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Acupuntura

La raíz de la acupuntura está en el espíritu…

El espíritu humano está dotado desde el cielo. La energía física está dotada desde la tierra.

Jia Yi Jing,  vol. I,

Acupuntura: Servicios
La acupuntura cerca

Historia

La acupuntura China, es una ciencia muy antigua eminentemente práctica que data de aproximadamente 5000 años, algunos tratados incluso mencionan que su descubrimiento data desde los años 2696 a 2598 A.C..


El nombre de acupuntura deriva de las palabras latinas "Acus", que significa aguja y "Pungue" que significa penetrar, o sea que consiste en la penetración y estimulación en forma estratégica, de ciertos puntos en el cuerpo humano a través de la piel, por diferentes tipos de agujas finas o también por el calor generado por puros hechos de Artemisia Vulgaris, al ser quemada cerca de la piel sobre los diferentes puntos de acupuntura, técnica esta llamada Moxibustión que es una alternativa a las agujas en ciertas ocasiones.

La acupuntura es una técnica curativa usada en la medicina tradicional China.

Se usan las agujas muy delgadas para estimular puntos específicos en el cuerpo. Estos puntos quedan en canales de energía llamados "meridianos." Se administran los tratamientos de acupuntura para mejorar el flujo y equilibrio de energía a lo largo de estos meridianos.

Los métodos de diagnóstico empleados en la  acupuntura son toma de pulso y examinen de la  lengua para diagnosticar desequilibrios de energía. En la medicina china pueden tomarse los pulsos en tres posiciones en cada muñeca y a tres profundidades en cada posición.

Basado en los desequilibrios de la energía, un especialista en acupuntura seleccionará los lugares específicos para estimular. El paciente deberá estar en una mesa boca abajo o boca arriba. Se insertan las agujas en los puntos seleccionados. Mientras se insertan las agujas puede sentirse un poco el dolor, hormigueo o entumecimiento. Las agujas quedan en el cuerpo hasta 45 minutos. Depende de lo que la acupuntura debe hacer. Durante ese tiempo muchas personas se duermen por el efecto relajante de las agujas al liberar el organismo endorfinas.

Los llamados canales o "meridianos"

La acupuntura estimula ciertos puntos situados a lo largo de los 12 meridianos y 8 submeridianos en que se divide el cuerpo con el fin de redirigir el qi.

La medicina moderna también ha estudiado la acupuntura para dar una explicación más científica a sus efectos. Aunque todavía se desconoce cómo funciona exactamente, se sabe que actúa sobre el sistema nervioso, estimulando la actividad de sustancias analgésicas (como las endorfinas y las células del sistema inmune) en determinados puntos de acupuntura del organismo.

Asimismo, otros estudios han desvelado que la terapia china altera la química cerebral, modificando la liberación de neurotransmisores y hormonas y, de este modo, afectando a las partes del sistema nervioso relacionadas con las sensaciones y las funciones involuntarias del organismo (reacciones inmunes, flujo sanguíneo, tensión arterial...)

¿Qué es la acupuntura?

La acupuntura es un sistema de curación que permite sanar o aliviar muchas enfermedades que no tienen tratamiento según los métodos tradicionales. Quien lea la larga enumeración de enfermedades que pueden ser tratadas por la acupuntura, puede pensar que la lista peca de cierta presunción, como si la acupuntura debiera ser considerada una panacea universal. Sin embargo, es necesario comprender previamente que la acupuntura no es un remedio aislado, como la penicilina que es terapéuticamente aplicable a un limitado número de infecciones. Por el contrario, la acupuntura es un sistema completo de curación que abarca todo el campo de la terapéutica

No debemos olvidar que es necesario poseer conocimientos de medicina para practicar la acupuntura con éxito. No es el único requisito, pero sí, fundamental. Un médico que ha estudiado fisiología y patología, que conoce el desarrollo natural de una enfermedad y que durante sus estudios y su práctica ha acumulado gran cantidad de experiencia clínica, puede tratar enfermedades, leves o graves, porque sabe qué resultado esperar si se estimula un órgano determinado.

“A una persona se le declaró una apendicitis aguda. El tratamiento tradicional, habría sido una operación inmediata. Ella se negó rotundamente. En vez de operarse, hizo venir a su propio médico quien la curó con un método sencillo y sorprendente: le clavó una aguja en la pierna, un poco más debajo de la rodilla. En quince minutos, había desaparecido completamente la náusea, el dolor y la rigidez de los músculos del abdomen. Estos síntomas no se volvieron a repetir y ella conserva su apéndice hasta el día de hoy".

Esta es una pequeña introducción a lo que es la acupuntura, el antiguo sistema médico chino en el que se usan agujas para curar las enfermedades.

Una aguja en ciertos y precisos puntos de la piel estimula algunos nervios específicos, los que transmiten impulsos eléctricos a la médula espinal y a los centros inferiores del cerebro, y desde allí el área enferma. Los nervios llegan a todas partes del cuerpo por pequeñas que sean y cada centímetro de él está bajo el control, directo o indirecto, de un nervio o de un grupo de ellos. Estos controlan casi todos los procesos que tienen lugar en el cuerpo. Algunos nervios, al ser estimulados, aceleran el movimiento de los intestinos, otros lo retardan; algunos aumentan el flujo de los jugos digestivos, otros lo disminuyen. Esto vale también para el aumento y la disminución de las palpitaciones del corazón, la tracción o expansión de los conductos sanguíneos, el flujo de las lágrimas, el estado normal de los músculos, la secreción de hormonas, etc. Podemos comparar el sistema nervioso con el apartado de control de alguna complicada máquina, como una central telefónica o un piloto automático. El arte de la acupuntura consiste en saber, precisamente, qué nervio estimular en una enfermedad determinada.

 

Parece tan fácil como saber qué teclas tienen que presionar una persona en la máquina para escribir su propio nombre. De hecho, sin embargo, se necesita una considerable suma de conocimientos para poder practicar la acupuntura en forma satisfactoria.

 

La acupuntura se puede considerar como un sistema auto-regulador de curación porque los conductos nerviosos estimulados por la aguja son los mismos que usa el organismo para regular sus distintos procesos fisiológicos. Si, por ejemplo, no hubiera algún aumento de los movimientos del estómago y de los intestinos y de la secreción de los jugos digestivos, mientras uno ingiere alimento, todo lo que uno comiera quedaría en el estómago, sin digerir. Este aumento de la actividad digestiva tiene lugar principalmente porque los nervios conectados con estos órganos son estimulados primero por la visión de la comida y luego por el gusto y la presencia del alimento en el organismo. En la acupuntura, estos nervios pueden ser estimulados directamente por medio de una ramificación nerviosa que llega hasta la piel. Algunos de estos nervios afloran a la epidermis cerca de los órganos digestivos, otros siguen un curso más largo llegando a las distintas extremidades.

Normalmente el estómago no aumenta la producción de jugos digestivos a menos que tengan alguna función que realizar; del mismo modo, no es normal que el estímulo de una aguja de acupuntura lo produzca, si no se lo necesita. Por esto decimos que la acupuntura se autorregula y que, por lo tanto, si está respaldada por sólidos conocimientos de medicina, es probablemente el sistema médico más confiable que existe.

Los antiguos chinos describieron que el flujo de la energía nerviosa del cuerpo como «Qi», (se pronuncia chi) la energía vital: lo que nosotros llamaríamos una onda de polarización eléctrica que se expande por los nervios. Las principales terminaciones nerviosas se llaman centros de acupuntura, y se denomina meridiano al curso principal de un grupo similar de terminaciones nerviosas (posiblemente relacionadas con los dermatomas).

Para los chinos, el ser humano era una unidad vital, el campo de acción en interacción de las fuerzas invisibles de la vida. La salud del cuerpo expresaba la armonía de estos poderes vitales, la enfermedad revelaba el desequilibrio entre ellos, y su desaparición constituía la muerte. Por lo tanto, la tarea del doctor chino consistía en corregir el desequilibrio de las fuerzas vitales del cuerpo. Una vez que se había restablecido la armonía en la interrelación de estas fuerzas, el mismo paciente podía superar sus debilidades.

En el mundo occidental de hoy, tendemos con frecuencia a imaginarnos al hombre como una especie de industria química, o como una máquina poco confiable, que necesita constantes reparaciones. Poderes invisibles e imponderables como «el espíritu», «la fuerza vital», «el alma», quedan separados de la maquinaria física. Si no son meras criaturas de nuestra propia fantasía, pertenecen a las misteriosas y mal definidas áreas de la teología y de la psiquiatría. De modo que, cuando algo no marcha bien en la máquina, el doctor lo investiga, casi como el mecánico de un garaje que revisa un coche que funcional mal. Cuando aparece la falla, se le proporcionan los repuestos que necesita. Así, si el paciente es un diabético, se le inyecta la insulina que le falta; si es anémico, quiere decir que necesita más hierro; si sufre alguna infección, se exterminan las bacterias que la causaron o se le inmuniza contra ciertos gérmenes. El paciente se recupera hasta que otro tornillo y otra tuerca necesitan ser remplazados.

Los investigadores de la medicina moderna usan todos los recursos de la ciencia en su esfuerzo por descubrir los procesos bioquímicos que se realizan en el cuerpo humano, tarea tan ardua e intricada como tratar de encontrar, en innumerables pajares, un número desconocido de agujas.

En cuanto descubre la ruptura de un eslabón en la cadena de procesos químicos, el médico lo reemplaza por algún medicamento sintético, que el paciente posiblemente tendrá que seguir tomando durante el resto de su vida.

Este remedio es generalmente un sustituto temporal y no una curación definitiva.

Un médico que ve las cosas desde un punto de vista mecanicista, se imagina que el paciente necesita las partes correspondientes de aceite, repuestos, lubricantes. Pero en el Oriente, el médico tiende a considerar a su paciente como una unidad orgánica que posee los poderes de la vida, y que pueden convertirse en un todo armónico de salud y vitalidad, sin necesitar constantemente sustitutos de su propio cuerpo. La mente y el cuerpo forman una unidad vital y no pueden ser tratados como si estuvieran separados. El ser humano es más que una suma de sustancias físicas y procesos químicos. La vida es algo que existe por derecho propio.

Tanto el enfoque occidental como el oriental tienen su valor para el enfermo. Espero que algún día lleguen a combinarse y que los médicos puedan pensar tanto en forma mecanicista como en los términos de la fuerza de la vida. Hace micho tiempo que en Occidente hemos dado por sentado que nuestros métodos son los mejores, pero debemos tomar en cuenta que la antigua sabiduría oriental puede hacer una contribución igualmente importante a la medicina.

La acupuntura tradicional medicina herba

¿Cómo se usa?

Al insertar una aguja en ciertos y precisos puntos de la piel estimula algunos nervios específicos, los que transmiten impulsos eléctricos a la médula espinal y a los centros inferiores del cerebro, y desde allí el área enferma. Los nervios llegan a todas partes del cuerpo por pequeñas que sean y cada centímetro de él está bajo el control, directo o indirecto, de un nervio o de un grupo de ellos. Estos controlan casi todos los procesos que tienen lugar en el cuerpo. Algunos nervios, al ser estimulados, aceleran el movimiento de los intestinos, otros lo retardan; algunos aumentan el flujo de los jugos digestivos, otros lo disminuyen. Esto vale también para el aumento y la disminución de las palpitaciones del corazón, la tracción o expansión de los conductos sanguíneos, el flujo de las lágrimas, el estado normal de los músculos, la secreción de hormonas, etc. Podemos comparar el sistema nervioso con el apartado de control de alguna complicada máquina, como una central telefónica o un piloto automático. El arte de la acupuntura consiste en saber, precisamente, qué nervio estimular en una enfermedad determinada. Parece tan fácil como saber qué teclas tienen que presionar una persona en la máquina para escribir su propio nombre. De hecho, sin embargo, se necesita una considerable suma de conocimientos para poder practicar la acupuntura en forma satisfactoria.

acupuntura

Beneficios de la acupuntura

La acupuntura estimula importantes centros vitales en nuestro cuerpo, por lo que promueve la Autorecuperación y autoreparación de nuestro organismo.

Las agujas usadas en acupuntura son muy finas y descartables (por lo mismo NO duelen)

Tanto la Acupuntura como las demás técnicas de la Medicina Oriental son totalmente compatibles con la Medicina Alópata y con cualquier tipo de tratamiento médico y/o alternativo.

Tratamiento de acupuntura

¿Duele ?

Al emplearse agujas que son muy finas, el dolor es prácticamente inexistente, es de tomar en cuenta en una sesión de acupuntura el grado de sensibilidad del paciente a tratar, pues en algunas ocasiones el paciente es hipersensible al dolor.

 

Por lo demás se puede considerar la acupuntura como indolora.

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