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Foto del escritorHéctor Sánchez

Breve reseña histórica del ozono


En 1785, el físico holandés Von Marum, detectó un olor característico mientras estudiaba el fenómeno del arco voltaico. En 1840, el físico alemán, Schonbein bautizó a este gas como ozono proveniente de la pa­labra alemana Ozein que se traduce como “olor”. En 1857, Von Siemens fabricó el primer generador de ozono. El médico alemán Lender realizó la primera publicación sobre los efectos biológicos del ozono, re­feridos a la desinfección del agua. El efecto antimicro­biano del ozono revolucionó la medicina de la época, faltando aún 70 años para la aparición de la penicilina. En 1915, el Dr. O .Woolf, cirujano del Ejército Ale­mán utiliza el ozono para tratamiento de las heridas infectadas en la Primera Guerra Mundial. En 1987, la Sanidad Cubana, incorpora la ozonoterapia como técnica habitual en medicina, no sólo por su eficacia sino también por bajos costos. Actualmente, la ozo­noterapia se utiliza en España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y en 14 estados de EEUU, México, Cuba, Rusia, Brasil, Chile y Argentina.


¡Que es la ozonoterapia?

Se denomina “ozonoterapia” a la administración de ozono en el organismo con fines terapéuticos, ya sea como tratamiento único, o como terapia complemen­taria. El ozono es un gas que se encuentra en forma natural en la atmósfera. Pero el ozono médico no es ozono puro, sino mezclado con oxígeno y en concen­traciones y dosificaciones programables a través de un sofisticado mecanismo.


¡Que es el ozono?


El ozono es un gas existente en la atmósfera. El ozono utilizado en medici­na se produce con oxígeno puro que pasa a través de un generador de ozono donde la molécula de oxígeno (O2) recibe una descarga eléctrica separando sus dos átomos que los transforma en radicales libres que se van a unir a otras moléculas de oxígeno transformándo­se en ozono (O3). La vida media del ozono es de 30 a 40 minutos a 20ºC; a una mayor temperatura el ozono se destruye. Las propiedades anti-microbianas del ozono son aprovechadas desde hace muchos años en la purifica­ción del agua, en la fumigación, en el tratamiento de olores y en el sistemas de aires acondicionados para la esterilización del aire en quirófanos.

Los microorganismos susceptibles al ozono incluye: aeróbicos y anaeróbicos como bacteroides, campylo­bacter, clostridium, corynebacteria, E.Coli, Klebsiella, mycobacteria, pseudomonas, Salmonellas, staphylo­coccus y streptococcus.

Virus susceptibles: herpesvirideae, adenovirideae y picornavirideae; micosis como aspergillus y candida.

En referencia a los virus, hay algunos más suscep­tibles que otros.

La introducción del ozono en la porción sérica de la sangre entera induce la formación de peróxidos, de lípidos y proteínas que destruyen (oxidan) a los mi­croorganismos (bacterias, virus y hongos), sin afectar a las células normales del organismo siempre que el ozo­no medicinal se encuentre en dosis terapéuticas.



¡Que beneficios produce el ozono?


Entre los beneficios que produce el tratamiento con ozono se encuentra la activación del metabolismo de los glóbulos rojos -que permite la oxigenación de los tejidos-, la activación de las células inmunocompetentes y el aumento de la capacidad antioxidante del organismo –elimina los radicales libres-. El ozono es, en definitiva, en palabras de este especialista “un agente oxigenante, antioxidante, inmunomodulador, regenerador de tejidos, antiálgico, antiinflamatorio y antiséptico. Es efectivo para combatir, entre otras, patologías como los trastornos circulatorios, reumáticos, intestinales y en odontología”.

El ozono puede ser administrado por diferentes vías: intramuscular, intradiscal, intraarticular, periarticular, rectal, a través de punciones en las zonas afectadas, por vía externa o por autohemoterapia, que supone la inyección de sangre extraída previamente al paciente y tratada con ozono.


Las vías de administración del Ozono

Las vías de administración del ozono pueden ser: gasificación externa; endovenoso; intraarterial; tran­srectal; subcutáneo; intraarticular; intramuscular; au­tohemoterapia menor; autohemoterapia mayor; agua ozonizada; aceite ozonizado.

Las más utilizadas en flebología son: gasificación externa con bolsas cerradas para las úlceras varicosas. Vía subcutánea alrededor del lecho ulceroso como acción antibacteriana y antinflamatoria. El agua ozonizada para curaciones de las heridas por arrastre de detritus. El aceite ozonizado (producto de la ozonización de ácidos grasos insaturados / aceite de girasol / produce 1, 2, 3 trioxolano que tiene poder germicida) colocán­dose sobre el lecho de la úlcera.

La vía transrectal y endovenosa se utiliza para me­jorar el estado general del paciente mejorando la in­munidad. Tiene efecto antinflamatorio y analgésico y, fundamentalmente, por su efecto sobre la membrana del eritrocito que mejora su elasticidad; por su acción de mejorar la oxigenación sanguínea facilitando la li­beración de oxígeno a partir de la oxihemoglobina.

Se encuentra totalmente prohibido en la vía respi­ratoria por la acción muy irritante del ozono medicinal sobre la mucosa respiratoria.



La ozonoterapia puede ser empleada en:

  • Cicatrización de ulceraciones vasculares

  • Pie diabético

  • Hepatitis

  • Y en otras afecciones víricas, ya que el ozono es el único agente terapéutico antivírico

  • Procesos de cicatrización postoperatorios

  • Procesos de terapia oncológica como autoayuda en autohemoterapia

  • En procesos articulares

  • En hernias discales

En pacientes estresados o en proceso de recuperación (infartados)

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